martes, 21 de enero de 2020

Bill Douglas Trilogy: My Childhood (1972) My Ain Folk (1973) My Way Home (1978)

Director: Bill Douglas
Reino Unido
1972 My Chilhood      46 min
1973 My Ain Folk      55 min
1978 My Way Home  71 min

Drama, basado en la biografía del autor.

Sinopsis: Tenemos una trilogía autobiográfica, de lo más descarnada, de Bill Douglas. Como crece en una realidad paupérrima y de valores miserables, en un pueblo minero escocés. Todo es vacío, vano, triste y hace la vida de este niño y de sus hermanos, lo pésimo para un niño cualquiera.
Los actores son locales, desconocidos. Y el que dio el rol de Jamie, es genial, por la caracterización de un niño totalmente desvalido, desvitalizado, deprimido y sin esperanza: Stephen Archibald.

Valoración cinéfila 8/10
Valoración adopción y abandono9/10

Esta película refleja de entrada una situación extrema de abandono y negligencia, de la vida de unos niños, pero sobre todo del protagonista Jamie.
Empieza viviendo con una penuria extrema con su abuela materna, mientras la madre está en un hospital de enfermos mentales, sin remedio. Y el padre que no reconoce al hijo, vive en una casa enfrente de ellos.
Tiene un hermano al que tampoco otro padre hace ningún caso.
Al fallecer la abuela, se separan y el mayor va a un centro de acogida, pero el chico decide refugiarse con su padre. Y pasa a vivir una realidad durísima, con una abuela enloquecida, que odia a casi todo el mundo y lo maltrata. Tanto es así que el abuelo, le dice que pronto faltará y que mejor estaría en un centro de menores. Cosa que llegará a suceder.
Pero vuelve con la familia y en este vaivén incluso acaba viviendo con una madre de acogida temporal. Y en la calle, muchas veces.
El chico se va apegando a hombres que le protegen, como al principio en la primera parte a un preso alemán que trabaja en el campo cercano a su casa. Pero que lo abandonará al final de la guerra.
O incluso el propio director del centro de acogida. O el abuelo paterno. Pero siempre acaba solo. Su padre nunca quiso reconocerle y dejó que se fuera a un centro de acogida sin ir apenas a verle. Algo que también vemos que le pasa a su hermano mayor, por parte de madre.
Llegamos a enterarnos que tiene otros hermanos, pero con los que nunca llega a establecer lazos de hermandad.
Tioda esta realidad de abandono y vacío amoroso determina en él una desesperanza y una falta de vitalidad, que se reflejará en la amistad que entabla en la tercera parte con otro militar, con el que comparte destino , aislados en una base de las fuerzas aéreas en Egipto. Éste le tiene mucho cariño, pero se da cuenta que está completamente sin deseos, sin voluntad, sin vida. Le provoca, le hace pensar, le ayuda a que encuentre sentido a la lectura. Y le estimula, a veces con provocaciones físicas, de los desvitalizado que está.
Ahí vemos una secuela de la adversidad extrema en los niños que viven sin estímulos adecuados en relaciones de apego seguras. Sino que viven abandonados a su suerte y sin otros estímulos ni morales, ni intelectuales, ni deportivos, ni nada.
Una película que a pesar de su tristeza se deja ver muy bien, por su poesía y su ternura y los atisbos de esperanza y resiliencia que propone, sabiendo que es la vida del propio director, y que es capaz de reflejarse de esta manera tan artística.




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