Fue muy importante para que se salvaran muchas niñas y niños chinos, gracias a la adopción y al cambio de actitud del propio gobierno.
Tres periodistas norteamericanos, gracias a la cámara oculta y a su persistencia por demostrar la existencia de condiciones inhumanas y de habitaciones de la muerte en los orfanatos chinos, pudieron mostrar una realidad intolerable, de horror, sufrimiento, muerte y desprecio por las vidas de miles de niños y sobre todo niñas que eran abandonadas a su suerte.
Sin cuidados humanos, sino meramente maquinales, eran dejadas morir física y psicológicamente.
El reportaje explica la política del Hijo único, que se siguió por China desde los 70, con su correlato de sufrimiento para las familias que querían tener más hijos, para madres obligadas a abortar y para los millones de niñas abandonadas desde entonces, o matadas directamente.
El documental explica las causas culturales por las que se prefieren los varones a las hembras y el lugar despreciable que ha ocupado en la cultura china la mujer.
Es por esta razón que la mayoría de los bebés abandonados son niñas. Muchas de ellas terminan muriendo en las calles, otras son recogidas por bandas y utilizadas para mendigar, mientras que las que tienen más “suerte”, acaban en un orfanato.
Este reportaje provocó protestas mundiales y se multiplicaron las adopciones internacionales. Dio esperanza a muchos miles de niñas que ahora viven felices con sus padres adoptivos, ajenas a tamaño horror.
Las imágenes que pueden ver ahora son durísimas.