jueves, 24 de mayo de 2018

Thi Mai, rumbo a Vietnam (2018)

Directora: Patricia Ferreira
España
2018
90 min

Comedia dramática

Sinopsis: Narra la odisea de Carmen, una mujer que tras perder a su hija en un accidente, recibe una carta que le anuncia que se le ha concedido a su hija la adopción de la niña vietnamita que solicitó. Acompañada de sus dos mejores amigas, Elvira y Rosa, que nunca han salido de España, viajarán hasta Vietnam para encontrarse con la cría y con situaciones complicadas, exóticas y rocambolescas, que sacarán a la luz los aspectos más peculiares de sus distintas personalidades. Andrés, un actor español que ha ido hasta Hanoi para vivir con su pareja, y un guía turístico nativo, formarán parte también de la aventura. (FILMAFFINITY)
Valoración cinéfila 5/10
Valoración adopción 7/10

Película de poco nivel , que busca la parte humorística dentro de una situación dramática, que no llega a calar bien ni sus actores (de reconocido prestigio en España) llegan a dar lo mejor de sí.
Refleja, desde el punto de vista de la adopción una situación inverosimil, en la que una abuela decide seguir con la adopción de su hija fallecida, como si eso fuera heredable, y sin haber tenido antes ningún vínculo, ni saber de la existencia de esta niña.
Podríamos pensar que refleja un duelo no resuelto, que también se da en algunas madres que no pueden tener hijos biológicos y sustituyen a dicho hijo por uno adoptado, pero con el que no han hecho el proceso adecuado de aceptación y vinculación, que es diferente al del hijo que perdieron. (Esta abuela, pierde una hija real, las otras madres pierden sus hijos biológicos esperados e idealizados, que nunca pudieron ser)
En este caso, parecería que esta abuela sustituye a su hija por su nieta. Y con la justificación que eso es lo que hubiera querido su hija si lo hubiera podido expresar.
A parte de la abuela, los otros personajes, las amigas, el guía, el chico gay que se queda sin pareja y tirado en Hanoi, son prescindibles y nada interesantes.
Al chico gay le hacen jugar un papel de comparsa necesario para la adopción irregular que van a hacer, y también entra en el juego de sustituir el novio perdido y sus expectativas futuras, por esta pseudo paternidad forzada (y luego aceptada) y alcanza una supuesta felicidad colaborando en este nuevo proyecto de familia, que hace feliz a todos a pesar de sus pérdidas anteriores.  (También las amigas pierden algo : una el trabajo, la otra a un marido que no le reconoce)
Se deja ver. Pero no es muy significativa, a pesar de que trata de una adopción internacional.
El making of:

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