Paises Bajos
2002
129 min
Drama, nazismo, II Guerra Mundial.
Sinopsis: Alemania, años veinte. Tras la muerte de sus padres, dos hermanas gemelas son separadas. Una crecerá con una tía en Holanda, llevando una vida acomodada, mientras la otra lo hará en duras circunstancias en una granja alemana propiedad de su tío. (FILMAFFINITY)
Valoración cinéfila 7/10
Valoración adopción 9/10
Situación indeseada, pero que en algunos casos se ha dado, de separar a niños o niñas, para darlos en adopción a diferentes familias. En este caso gemelas, lo que lo hace aún más sangrante, y por otro lado separándolas de país , de idioma, y aislándolas a la una de la otra.
Las hermanas son adoptadas (de forma irregular) por sus familiares, unos pobres y otros ricos. Los pobres explotan a la chiquilla sana, y le hacen una vida dura , llegando a argumentar que era "deficiente mental" , para que no se la llevaran a aprender a la escuela.
La otra, enferma de tuberculosis, encuentra un hogar amoroso, pero holandés, y tiene que vivir en otra lengua, con muchas comodidades, pero sintiendo que le falta lo que más quería, su hermana, a la que escribe muchísimo, pero de la que no obtiene respuesta.
En el fondo ninguna de las dos familias quería la reunión, por si les causaba problemas. Lo que hace que las chicas se encuentren ya mayores, en plena Segunda Guerra Mundial.
Y la cosa se complica al crecer la alemana en un contexto nazi, antisemita, y por otro lado, tener la holandesa un novio judío. Esto las aparta de nuevo. Y las volverá a apartar aún más cuando la holandesa pierda a este novio y culpe a Alemania y por deslizamiento, a la hermana de la muerte de este novio.
Ya en la vejez tendrán un nuevo reencuentro, con salida insospechada, pues durante todo ese tiempo han tenido rencores, desprecios, odio, pero también el vínculo típico de lo gemelos o mellizos, que les hace sentir una unión, y a veces unas comunicaciones incoscientes muy grandes (representadas en la película con premoniciones de que algo le pasa a la otra)
Creo que no es una película para nuestros niños, pero nos hace pensar sobre lo duro que es que estén separados de los hermanos, con los que han convivido parte de su infancia, cuando no se les ha tenido en cuenta y para siempre. Cuando el permitirles los reencuentros, las convivencias, la posibilidad de sentirse familia, es muy importante e imprescindible para su salud en todos los aspectos.
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