Luce

 

Director: Julius Onah

EEUU

2019

109 min

Drama. Thriller psicológico.

Sinopsis: Una familia blanca adoptó a un niño de Eritrea hace diez años. Ahora es un adolescente de éxito en su escuela, modelo para todos. Pero no parece que sea esta toda la verdad. 

Una profesora, Harriet Wilson, está convencida que puede convertirse en un referente para la comunidad negra, pero se alarma al recibir un trabajo en el que defiende la violencia política y le encuentra potenciales explosivos en su taquilla. 

Poco a poco la trama se complica y lo que parece un alumno e hijo ejemplares, va complicándose hacia algo bastante siniestro.

Valoración cinéfila 7/10

Valoración adopción 9/10

Esta película no dejará indiferente, pues nos hace reflexionar sobre muchos temas de la adopción.

Por un lado el tema de la raza y de como esto influye para la aceptación de nuestros hijos adoptados o acogidos y más en un país como los EEUU, en el que el tema es tan espinoso.

De otro lado las secuelas que puede traer un niño que ha vivido una guerra cruenta en su país, y que ha estado participando como un niño soldado en situaciones de violencia de pequeño. Que aunque ha sido tratado en su país de adopción, no significa que pueda no dejar otro tipo de secuelas profundas, por los traumas vividos y el trastorno de apego que puede haberle causado. 

En este caso este niño parece que tiene una inteligencia fuera de normal, que también usa para manipular a todos los que le rodean y se ve exigido a ser perfecto, pero también a vengarse de alguna manera de la sociedad en general que le hizo sufrir tanto.

Y estos padres que por amor están dispuestos a todo, siendo

complices, sin saber el alcance , de toda una situación complejísima que su hijo oculta. Pero como un excelente actor. Moviendo hilos por todos lados y pudiendo hacer verdadero daño a personas concretas que le estorban.

En todo caso la película puede ser vista como una metáfora de la complejidad de las emociones de los niños y niñas adoptados, internacional e interracialmente. Y de como sus lealtades les hacen ocultar muchas cosas y cómo la desconfianza nunca les abandonan como para relajarse del todo con sus familias de adopción. Y que este desgarro interior les hace daño a ellos los primeros, y por extensión al resto de la familia.

Queda claro en el film, que tuvieron que luchar mucho para rescatar a este niño y ayudarle a ser el que es, pero la fantasía del sueño americano, de que el que llega allí puede definir su propia identidad y puede triunfar si se empeña, queda puesta en cuestión por este chico excepcional.