lunes, 6 de febrero de 2017

Lion (2016)

Director: Garth Davis
Australia
2016
118 min
Drama. Historia real.

Sinopsis: Saroo Brierley es un niño que con tan sólo cinco años se perdió en las calles de Calcuta, a miles de kilómetros de casa. Tras un largo viaje acabó siendo adoptado por una pareja australiana. Veinticinco años después, con la única ayuda de Google Earth, Saroo intentará encontrar a su familia biológica. (FILMAFFINITY)

Valoración cinéfila 8/10
Valoración adopción 10

Recomiendo vivamente ver esta película, recién estrenada.
Trata directamente el tema de una adopción internacional, interracial, de dos niños mayores, no hermanos biológicos, y como uno de ellos comienza a buscar sus orígenes, tras 25 años adoptado.
La película es emocionante, bella, de una fuerza y una pasión enormes, y que no nos deja indiferentes en ningún momento.
Nos va colocando en los tres vértices del triángulo de la adopción (el niño, la familia biológica y la familia adoptiva) y va pasando de uno al otro continuamente, mediante el relato de la historia del niño que se pierde, de como es adoptado, de su historia con su nuevo hermano también adoptado, su historia en Australia, país de adopción, de su cambio cuando decide realizar la búsqueda de su madre y hermanos, de como esa trasformación le aleja de todas las personas que ama (padres, novia, hermano) y de como se ve movido por una fuerza arrolladora, que le destruye a la vez que le impulsa en una búsqueda de su familia a la que quiere dar cuenta de que sigue vivo y que está bien, y que deben haberle estado buscando durante estos 25 años.
La película trasmite dolor desde el principio, y mucho sufrimiento. Y que aunque este dolor y sufrimiento pueda pasar a la recámara durante algunos años, mientras el niño intenta normalizar su vida, reaparece antes o después para trastocarlo todo.
Por otro lado la familia adoptiva vive el dolor y el sufrimiento del otro hermano que viene muy dañado por su historia y que les va a dar mucho trabajo desde su llegada, y ahora con la trasformación del protagonista, Saroo, también van a sufrir su silencio (pues no les dice que busca a su familia biológica, por temor a hacerles daño, sin darse cuenta de que su silencio y alejamiento hace más daño a sus padres)
Y la película nos hace ver el sufrimiento de esa madre biológica,que pierde a este hijo, pero que no pierde la esperanza, a pesar de los años trascurridos. Y el sufrimiento de esa madre adoptiva, de como pierde a ese hijo, absorbido por su pasión incofesa.
Entendemos perfectamente la confusión , la culpa , el dolor de este niño desenraizado, que llega a acusar a su madre adoptiva, de que los adoptaron por no poder tener hijos propios y que  no tuvieron en cuenta que traían una historia. Demostrando una insensibilidad hacia su madre, pues no sólo lo tuvo en cuenta, sino que renunció a tener hijos biológicos, por adoptar a niños como ellos que verdaderamente necesitaban una familia.
Y entendemos su locura buscadora de detalles geográficos,  a través del programa Google Earth, por si puede con tesón dar con su pueblo, del que no recuerda el nombre exacto.

La primera parte de la película , cuando el niño está abandonado en la calle, es dolorosa, angustiosa, y nos puede ayudar a comprender mejor, cuales pueden ser las historias pasadas que han vivido muchos niños y niñas que adoptamos, debido  al abuso, al maltrato, a la ignorancia, y al abandono y en algunos casos, de añoranzas de su  familia de origen, sobre todo si fueron queridos.
Por otro lado esta película muestra una familia adoptiva ejemplar. Que está dispuesta a querer sin condiciones, que lucha por sus hijos, que les apoya a pesar de sus dificultades, y que son amorosos, sobremanera.

El ser una historia real, la hace aún más terrible, conmovedora, emotiva y extraordinaria.




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