Kung Fu Panda (2008)

 

Director: Mark Osborne, John Stevenson

EEUU

2008

95 min

Animación

Sinopsis: Po es un oso panda, que vive en el valle de la Paz, cuando es designado, por lo que parece un accidente , como el futuro Guerrero Dragón, que va a luchar contra un enemigo que va a destruir el Valle. Pasa de ser un gordinflón, sin capacidad de lucha, ni de esfuerzo, a ser un verdadero guerrero, gracias a la ayuda de su maestro y de los "5 furiosos", verdaderos maestros de Kung Fu, que al principio le rechazan.

Valoración cinéfila 7/10

Valoración adopción 8/10

Estamos ante una película de animación para todos los públicos, que encantará a nuestras criaturas, por la resiliencia que trasmite y la capacidad de aún siendo alguien desvalorizado, diferente, y que no se haya en su sitio, triunfe sobre todas las adversidades y se convierta en un verdadero héroe.

Aunque no se nombre la adopción en este primera entrega de la serie de película de Kung Fu Panda (habrá varias más como secuelas), Po es criado por un ganso, que posee un establecimiento de fideos chinos y que se empeña en que Po le herede en su gestión ("porque lo lleva en su sangre". Una curiosa negación de la misma adopción, debido probablemente al amor tan profundo que le tiene su padre adoptivo)

Pero Po tiene otro destino más grandioso, y es convertirse en un gran luchador de Kung Fu, que salvará a todos sus vecinos del Valle. 

Curiosamente la película trasmite prácticas de espiritualidad, de concentración y de esfuerzo, que a muchas de nuestras criaturas les vienen super bien. E incluso el hecho de que practique un arte marcial, está muy extendido entre niños adoptados, que al haber padecido una situación traumática, quieren compensar sus sensaciones de debilidad o poca valía, con esa fuerza y destreza que necesitan, para poder sobrevivir en un mundo que consideran a priori peligroso. Y que les viene muy bien pues estas artes les educan en el control, la conciencia del momento presente, la atención plena, la no agresión, la voluntad y el esfuerzo.

Se potencia la idea de que hay que aceptarse y quererse en la diferencia, y que gracias a eso uno puede encontrar su propio camino y tener el mismo éxito que otros que parecería lo tienen más fácil.

Y, como el padre le dice sobre su sopa especial con un ingrediente secreto, que el ingrediente secreto no existe, es simplemente que la gente cree que es especial. Y eso vale para uno mismo, valorarse y creer en uno es lo que nos hace especiales.

Una película que a los niños y niñas que se ven inferiores, diferentes (para mal), que crean que nadie les va a querer, o aceptar, es un mensaje puro de resiliencia y de esperanza. Pues el panda no tiene ningún poder especial más allá que él mismo. No es un héroe con suerte.

Película multipremiada o nominada. 

Actualmente se puede encontrar en varias plataformas de streaming (Netflix, Prime, HBO)